Un perito es un profesional experto en una materia especifica. Sus conocimientos y experiencia en el campo judicial debe ser demostrable y altamente cualificada para legitimar su dictamen, es decir, debe tener conocimiento académicos reconocidos para avalar su opinión sobre un tema en concreto. Así se asegura que su juicio tenga fundamento y valor a la hora de dirimir un proceso legal.
Existen dos tipos de peritos, por un lado, los peritos que son designados por el juez y por otro lado, los peritos que presenta una o ambas parte dentro del proceso judicial.
La labor de un perito es determinar cuáles fueron las circunstancias por la cual ocurrieron los hechos, mediante un análisis técnico, objetivo e imparcial. Este, aporta pruebas fiables de qué paso, por qué y los efectos que causaron, tanto personales como materiales.
Pongamos un supuesto caso en el que ha ocurrido un accidente en una casa y se quiere saber cuales fueron las causas de ese accidente. Esta situación será gestionada por un perito de incendios, que se encuentra dentro de la categoría de perito de siniestros. Su labor consiste en determinar cuales fueron las causas que provocaron ese accidente. Luego, realiza un análisis de las circunstancias y de la pruebas que encuentre en el lugar de los hechos. También debe realizar una tasación de los bienes materiales o personales que se han destruido en el accidente.
Tras tener toda la información recogida, realiza un informe pericial que recoge todos los detalles de su análisis o, por otro lado, va respondiendo preguntas dictadas por un juez.
El testimonio e informe judicial presentando por un perito, forma parte del procedimiento judicial y tiene el mismo grado de relevancia, independientemente de quien haya convocado su participación. La opinión de un perito judicial siempre tendrá la aceptación de un juez.
Si necesitas un perito judicial no dudes en ponerte en contacto con nosotros, en Ingetax estaremos encantados de poder ayudarte.